Traverso - La flauta traversa

La flauta traversa llegó a Europa en la Edad Media a través del Imperio Bizantino. Como se introdujo primero en Alemania, adquirió el nombre de fistula germánica (flauta alemana) para distinguirla de la flauta recta o de pico. Aparece en iconografía y literatura de los ss. XII y XIII y se usaba en las cortes junto con la fídula, el arpa y la viela de rueda.

El Arcipreste de Hita (Libro de buen amor, 1330) hace la diferenciación entre las flautas verticales y las transversales, al igual que G. de Machaut (1360); se menciona su doble función, la de acompañar la monodia sacra y profana, danzas (saltarellos, trottos y estampidas) y su uso militar con tambores, gaitas, campanas y trompetas.

En el Renacimiento la flauta era de madera de una o dos piezas, con el tubo interno cilíndrico y seis agujeros sin llaves. Se diseñaron de diferentes tamaños y afinaciones para tocarse en familia, o consort. Los miembros principales eran bajo en Sol, tenor/alto en Re y soprano o discanto en La. El consort más común era un bajo y tres tenores/alto. Además de utilizarse en la música polifónica del Renacimiento en consort, también se combinaba con otros instrumentos.

La popularidad de la flauta se refleja en los inventarios de diversas cortes: Stuttgart poseía 220 instrumentos, la corte de Enrique VIII en Inglaterra tenía 74, la de Felipe II de España 54, la Academia Filarmónica de Verona 51.

Algunos de los tratadistas que describen la flauta del Renacimiento y sus digitaciones son A. Agricola (1529/45), J. de Fer (1556).

En el s. XVII la flauta traversa todavía se tocaba en consort pero se utilizaba cada vez más mezclada con instrumentos de cuerda pulsada y frotada. M. Mersenne publica en su Harmonie Universelle (1636) ejemplos de música a 4 voces para tocarse con consort de flautas. En 1646 J. van Eyck publica Der Fluyten Lust-hof, (El jardín de las delicias de la flauta), una colección de variaciones y glosas sobre canciones, salmos y danzas para flauta de pico soprano o flauta traversa en Sol.

La flauta traversa ejemplificada es todavía de características renacentistas.

La flauta traversa fue modificada en Francia y Holanda c. 1670 para convertirse en el instrumento barroco. El tubo de la flauta se hace cónico en vez de cilíndrico permitiendo un registro grave más fuerte y un registro agudo más amplio, con las mismas digitaciones que el registro grave. Se añade la llave de Mib/Re# y el cuerpo central se divide en tres secciones para flexibilizar la afinación.

Los Hotteterre, P. Naust, J. J. Rippert en Francia, R. Haka en Amsterdam y P. J. Bressan en Londres, a finales del s. XVII, fueron de los primeros en hacer flautas barrocas de tres secciones.

En Francia la flauta traversa se populariza como instrumento solista y adquiere su propio repertorio en obras de M. A. Charpentier, P. Philidor, F. Couperin, A. Campra, J. B. Boismortier. J. M. Hotteterre “El Romano”, músico de la chambre du roy y constructor de instrumentos, publica Principes de la Flûte traversière, ou flûte d'Allemagne…” (Paris, 1707), uno de los primeros y más importantes tratados sobre flauta. En 1719 escribe L'Art de préluder sur la flûte traversière que contiene preludios para improvisar y ornamentar.

En la primera mitad del s. XVIII continúa la popularidad de la flauta traversa. Compositores como J. S. Bach, G. P. Telemann, A. Vivaldi, G. F. Haendel, J. M. Leclair, y P. A. Locatelli escriben sonatas, fantasías, conciertos, suites y música de cámara con flauta. J. J. Quantz construye flautas para él y para su alumno Federico, heredero al trono de Prusia, con su propio diseño y añadiendo una llave más para distinguir las notas enarmónicas Re#/Mib. En 1740 Federico sube al trono como Federico II “El Grande” y forma una capilla de grandes músicos como C. P. E. Bach, los hermanos Benda, los hermanos Graun, con Quantz en el puesto de director musical. En 1752 Quantz escribe su Ensayo de un método para tocar la flauta, uno de los tratados más exhaustivos sobre técnica e interpretación de flauta, así como sobre prácticas de ejecución de la época.

Hacia 1740 las ideas musicales y de ejecución comienzan a cambiar; se siguen modelos italianos del virtuosismo violinístico en boga. Compositores del clasicismo temprano como F. X. Richter, C. Stamitz y J. Stamitz, C. P. E. Bach, W. F. Bach, J. C. Bach escriben conciertos para flauta y orquesta, así como tríos, cuartetos y quintetos con flauta. Compositores posteriores como F. J. Haydn y W. A. Mozart también escribieron obras para la flauta traversa y a mediados de siglo ésta se incorpora a la orquesta.

La flauta de una llave se sigue utilizando hasta entonces, conviviendo con las de 4 a 6 llaves. El renombrado constructor de flautas A. Grenser (Dresde, 1744) hace flautas de 1 y 4 llaves. En Londres J. J. Schuchart (1750) construye flautas de 4 llaves; en 1775 J. G. Tromlitz (Leipzig, 1725-1813), tutor y ejecutante virtuoso, construye la flauta de 8 llaves, utilizada para la música de Beethoven y sus contemporáneos. Para adaptarse a las necesidades del repertorio virtuoso y sinfónico de fines del s. XIX, la flauta se ve radicalmente modificada por T. Boehm a la flauta cilíndrica de metal con múltiples llaves.