El objetivo de la interpretación musical historicista, también llamada “interpretación históricamente informada” (IHI) es reconstruir una obra de manera sonora tratando de acercarse a lo que podría haberse escuchado en la época en que fue compuesta.
Mientras más antigua es la música, menos información se tiene acerca de ella, pues las prácticas convencionales de ejecución no siempre fueron registradas en la partitura.
Para llegar a un resultado sonoro convincente debemos tomar en cuenta la instrumentación, el tempo (qué tan rápido o lento se toca la música), las modificaciones de intensidad o volumen sonoro, la pronunciación y el énfasis que se le da a las notas.
También hay que considerar si se tiene que agregar algo a la partitura y cómo podemos afinar los intervalos de la escala para lograr una sensación de reposo o de inestabilidad.
Todos estos factores dependen de la ubicación histórica y estilística de la pieza así como de la estética de cada compositor.
Si no es posible contar con un facsímil, entonces lo más conveniente es utilizar una partitura donde se distinga claramente el texto original del compositor de las sugerencias del editor.
Desde el s. XVII la notación musical es muy parecida a la actual, y con un poco de entrenamiento, leer de un facsímil se convierte en algo natural para el intérprete. Al trabajar partiendo de un facsímil podemos saber exactamente lo que indicó el compositor y lo que no, y así tomar decisiones interpretativas basadas en prácticas de la época.
INSTRUMENTOS
Tocar en instrumentos antiguos o copias de ellos con criterios de interpretación basados en fuentes históricas, nos brinda una nueva dimensión de la música, acercándonos al universo sonoro y al lenguaje musical del compositor. También nos permite abordar aspectos como matiz, dinámica, balance, articulación, sonido y tempo con herramientas musicales más adecuadas.
Matiz
Aspecto de la expresión musical resultante de la variación de la intensidad del sonido.
Dinámica
Teoría de los signos que regulan las variaciones de intensidad del sonido.
Articulación
En la música es un símbolo, indicación o técnica de ejecución que determina o modifica la transición o continuidad entre notas o sonidos.
Tempo
Es la velocidad de ejecución de una obra que puede ser indicada a través de una serie de términos en italiano con palabras como allegro, andante, presto, adagio.
ARTICULACIÓN
Durante los ss. XVII y XVIII la retórica constituía el eje de la composición musical. En los inicios del s. XVII se trazaron las primeras analogías entre los procedimientos de la retórica y los de la música, culminando con intentos de transformar conceptos retóricos específicos en sus equivalentes musicales.
Al considerar a la música como un discurso, ésta se interpreta como un texto, tomando en cuenta la acentuación y ritmo natural de las palabras, las frases y la puntuación. Se buscan los puntos importantes en una frase, distinguiendo las sílabas fuertes y débiles, enfatizando ciertas consonantes; el propósito es transmitir las pasiones o afectos contenidos en el texto. La interpretación de la música instrumental se basa en los mismos principios siendo la articulación una de las herramientas principales.
Quantz nos dice en su tratado “Ensayo de un método para tocar la flauta transversa” de 1752 que:
“La ejecución musical puede ser comparada con la transmisión de ideas de un orador... ambos tienen que dominar los corazones de sus oyentes, y encender o calmar sus pasiones...”
Cada instrumento tiene una manera particular de articular de acuerdo con sus características. El tipo de articulación es determinante para diferenciar cada estilo musical.
TEMPERAMENTOS I
Con el término “temperamento” nombramos a los diversos sistemas que se han usado para ajustar los intervalos de las notas de una octava en la que la mayor parte de las consonancias son levemente imperfectas. Fuera de la octava, ningún intervalo es justo o puro desde el punto de vista acústico.
Es necesario temperar o ajustar los intervalos debido a que es aritméticamente imposible construir una octava que contenga doce intervalos puros.
Octava
Intervalo entre dos notas separadas por siete grados diatónicos de la escala.
El temperamento era una herramienta empleada por los compositores para la creación de tensiones armónicas y melódicas antes de que todo mundo usara el “temperamento igual”, que es el que escuchamos en la interpretación de la música compuesta a partir del periodo romántico, del s. XIX en adelante. El uso de temperamentos históricos al tocar música del periodo barroco es un factor determinante para su interpretación estilísticamente adecuada.
TEMPERAMENTOS II
El tamaño de los intervalos de tercera y de quinta en una octava son fundamentales para establecer cada temperamento, ya que pueden ser más pequeñas o grandes que puras, mientras que las octavas siempre serán puras o justas.
Tercera
Intervalo entre dos notas situadas en dos grados de la escala diatónica.
Quinta
Intervalo entre dos notas que suma cuatro grados de la escala diatónica.
Octava
Intervalo entre dos notas separadas por siete grados de la escala.
En la Edad Media se acostumbraba que las quintas fueran puras y las terceras muy amplias; en el Renacimiento se buscaba una mejor sonoridad de las terceras, por lo que los temperamentos mesotónicos empleaban una mayoría de terceras puras mientras que las quintas eran más pequeñas que puras. En el Barroco se buscó concentrar los intervalos más puros en las tonalidades más usadas, logrando así que cada tonalidad tuviera un carácter o “afecto” muy particular y fuera un elemento interpretativo importante. Más adelante, esta característica se perdió al hacer todas las quintas igualmente pequeñas en el llamado “temperamento igual”.
TEMPERAMENTOS III
Un temperamento divide la coma Pitagórica o la coma Sintónica entre los doce intervalos de la escala, obteniendo resultados muy diversos. Es posible hacer infinidad de combinaciones que producen temperamentos que se han experimentado a lo largo del tiempo. Sin embargo, solamente algunos temperamentos pueden considerarse como representativos de cada época de la historia musical.
Periodo | Temperamento | Características principales |
Medieval | Afinación Pitagórica | Quintas puras, terceras amplias de sonoridad pobre, tratadas como disonancias |
Renacimiento | Mesotónico de ¼ de coma | Terceras puras, quintas pobres |
Barroco temprano | Mesotónico de 1/6 de coma, mesotónico de ¼ de coma, temperamento mesotónicos modificados: Zarlino, Sauveur | Terceras puras, quintas pobres, modulación limitada. Las terceras y las sextas eran los intervalos más importantes y consonantes |
Barroco tardío | “Buenos” temperamentos alemanes: Werckmeister III, Kirnberger III. Italianos: Tartini/Vallotti. Franceses: Chaumont, Corrette, D’Alembert-Rousseau | La pureza de las sextas y terceras se sacrifica a costa de poder tocar en todas las tonalidades y obtener distintos “colores” y “afectos” tonales |
A partir del siglo XIX-Actualidad | Temperamento igual | Quintas temperadas ligeramente y terceras amplias. Sin colorido tonal |
Escuchemos algunos de los temperamentos más usados en la época barroca a través de un fragmento de la Toccata settima para clavecín de Michelangelo Rossi:
ORNAMENTACIÓN I
C. P. E. Bach nos dice que nadie duda de la necesidad de los ornamentos, son ciertamente indispensables.
La práctica común entre los ejecutantes era añadir ornamentos para enriquecer la obra y hacer más efectiva la interpretación, siguiendo las instrucciones que los compositores incluían en sus publicaciones y en convenciones propias del estilo.
En el Barroco existían dos tipos básicos de ornamentación: la ornamentación italiana o libre y la ornamentación francesa o esencial. A partir del del s. XIX la ornamentación libre cayó en desuso.
W. Landowska decía que un adorno mal tocado es como una sonrisa sin dientes.
ORNAMENTACIÓN II
La ornamentación italiana se desarrolló a partir de la tradición de glosar del s. XVI que consistía en agregar notas improvisadas entre dos sonidos de la melodía. Se ornamentaban principalmente movimientos de tempo lento como adagio o grave.
Los franceses inventaron símbolos para representar ornamentos fijos sobre una nota. Cada compositor tenía su código particular, en ocasiones indicado en una tabla en el prólogo de sus obras.
C. P. E. Bach creía que el mejor estilo de ejecución en cualquier instrumento es aquel que hábilmente reúne la exactitud y brillantez de los adornos franceses con la fluidez del canto italiano.
Otro tipo de ornamentación es la rítmica, en la que una de las convenciones más importantes en el estilo francés es el uso de notes inégales, que explicaremos detalladamente más adelante.